El reportaje de boda de hoy, aunque algo más pequeño de lo que estamos acostumbrados, es muy bonito y especial para mí debido a la relación de amistad que desde años tengo con la novia y su familia. Como una hermana pequeña para nosotros!!
Miriam y Javi tenían previsto una boda un poco más acorde a lo que entendemos por una boda: ceremonia, invitados, celebración,…. y fiesta, mucha fiesta sin olvidarnos su ansiada luna de miel por la ciudad de la Torre Eiffel. Pero, como casi todo en este último año, el covid ha sido un invitado inesperado para ellos, como para otras tantas parejas de definitivamente decidieron posponer el año de su boda.
Miriam y Javi también, o bueno no. Es decir, ellos aun tienen en su cabeza esa boda: La «boda grande» o «la boda buena» que es como se refieren a ella. Sin embargo ellos tenían previsto estar casados en este 2021 y ni el maldito covid, ni las mascarillas, ni nada más les iba a quitar sus planes. Modificarlos quizá si, pero nada más. Y así sucedió!!!
Tuvieron su pequeña ceremonia civil. Muy bonita!! Con sus anillos. Con su coche anornado por ellos mismos. Con las palabras de amor que ambos se dedicaron durante la ceremonia. No faltaron miradas cómplices y risas nerviosas. Unos metros más atrás Visi y Yolanda emaciadas escuchando el «si quiero» de sus orgullosos hijos. No faltaron lágrimas, aplausos y tampoco el «vivan los novios» de todos los amigos que impacientes esperábamos fuera para lanzarles el arroz y darles nuestra enhorabuena.
Una vez recibidas todas nuestras felicitaciones, nos dispusimos ha salir a las afueras del pueblo para llevar a cabo una pequeña sesión fotográfica de pareja. Poca cosa. No más de media hora. Era tarde y casi la hora de comer así que nos daríamos algo de prisa. Total, todo esto era el aperitivo de lo que será la «boda grande, la buena».
Un aperitivo exquisito. Todo sea dicho!!
Felicidades a los novios. Pronto, más y mejor!!
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