Hola a todos, comenzamos esta nueva temporada de comuniones con este reportaje de comunión en Salobreña, un pueblo cercano a Motril, realizado a Alba.

Realmente ni Alba ni su familia no son ni de Motril, ni de Salobreña. Ni tan siquiera de Granada. Tanto ella como su familia se desplazaron de Baeza, un pueblo de Jaén a poco más de dos horas de la costa de Granada. María Paula, la madre, me contactó por teléfono y sólo tenía claro que quería que el fotógrafo de comunión para su hija debía ser yo, costase lo que costase independientemente de los kilómetros. Eso me dijo y aunque quizá suene un poco arrogante pero así fue como sucedió.

María Paula quería un reportaje de fotos de comunión para su hija diferente por lo que tras hablar largo y tendido sobre las distintas posibilidades planteadas, al final decidimos llevar a cabo el reportaje de comunión en Salobreña.

Dicho y hecho. A la semana teníamos por aquí María, Paco, Irene y la princesa ese día, Alba. Ahh, bueno, y al primo Gabriel que tanto me ayudó a controlar la luz.

Antes de comenzar la sesión de fotos directamente en la playa, propuse dar un paseo por la parte antigua de Salobreña pues bajo mi punto de vista, es un lugar perfecto para fotografiar allí. El juego de luces sobre el pueblo blanco es realmente espectacular y con algo de imaginación ofrece multitud de posibilidades. Mientras tanto iríamos haciendo tiempo para la caída de Sol y así tener una luz suave y cálida en las fotos llevadas a cabo en la playa.

Antes de llegar hicimos una pequeña parada en una pequeña parcela con maleza donde con el Sol de espaldas a Alba, haría un par de tomas más que finalmente se incluyeron en su álbum de comunión.

Y ya en la playa y con sumo cuidado por el vestido, Alba y su familia se lo pasaron genial. Descalzados todos, pasearon, corrieron y hasta se salpicaron agua. Se realizaron unas fotos de grupo diferentes y divertidas. No pudimos extender la sesión por era tarde de domingo, con el Sol desaparecido y con aun dos horas de vuelta hasta Baeza y yo algo menos hasta Granada.

En definitiva, creo haber podido cumplir el deseo de la familia en haberles llevado a cabo un reportaje de comunión en Salobreña moderno, natural y divertido. Así me lo trasmitieron ellos posteriormente.

Mi agradecimiento a esta familia por ese notable esfuerzo. Al final merecerá la pena pues no olvidemos, el álbum de comunión es el principal recuerdo de ese día para cualquier persona durante toda su vida. Menos mal que aun hay gente que eso lo tiene muy presente.