Aun recuerdo cuando Carmen me llamó por teléfono a finales del mes de agosto. Había visto mi trabajo y ya tenía claro que yo debía ser el fotógrafo que llevara a cabo el reportaje comunión de Laura y Paula, sus hijas. Quizá suene algo arrogante por mi parte, pero así fue. Yo pensé que eso habría sido un calentón temporal después de haber publicado yo algún reportaje de comunión en mi web o alguna red social, pero no, en Febrero estaba sentada delante de mí, junto a su marido Elías y sus dos princesas formalizando el contrato. Quería un reportaje comunión distinto, un álbum personalizado para cada una de ellas, y como no, con algunas fotografías en común.
Carmen y Elías tenían además muy claro donde se desarrollaría la sesión fotográfica. Reportaje comunión en la Alhambra, pero no por la parte exterior como la mayoría de fotógrafos de bodas o comuniones estamos acostumbrados a hacer. Ellos sacarían entradas y pedirían permisos si fuera necesario con tal de hacerlo en los patios y palacios interiores. Dicho y hecho. Olé.
A las 13h horas estábamos citados en la puerta de la Alhambra pues teníamos horario de visita establecido. Primero iríamos a los palacios en los cuales teníamos horario de entrada y posteriormente nos recrearíamos un poco por los jardines y rincones, miles diría yo, de este lugar de ensueño.
Que decir de mis dos modelos. Dos princesas con unas ganas terribles de hacerse fotos. Energía pura y cariñosas conmigo a más no poder, como si de toda la vida me conocieran. Una gozada para mi.
Comenzamos las primeras fotos de comunión por los principales patios y palacios. El único problema sería como evitar la marabunta de visitantes. Ya nos inventaríamos algo pero teníamos que sacar el reportaje como fuera de una forma moderna y natural. La Alhambra es seria y así suelen hacerse las fotos de boda o comunión allí, serias y clásicas. Yo debía de intentar darle un giro de tuerca pues mi estilo es otro y además, esas dos muñecas merecían algo más moderno y divertido. Un par de horas de recorrido “oficial” y el hambre comenzó ha pasarles factura a las pequeñas. Estoy seguro que de haber dado por concluida la sesión habría material suficiente como para cubrir el reportaje de comunión sin problema. Sin embargo decidimos comer algo, descansar un poco y volver a la “batalla” ahora por los jardines interiores de la Alhambra y zona exterior de la misma. Un lugar elegido maravilloso. Lo que yo daría por hacer un reportaje de boda en este lugar, eso si, sin prisa. Recreándome en rincones y paisajes. Pero volvamos a lo que hoy toca, 6 o 7 horas después los pies, no se como, nos llevaron al Carmen de los Mártires para terminar allí con algunas fotos aprovechando los últimos momentos de luz. Por casualidad nos encontramos por allí un joven grupo de música del que nos aprovechamos para hacer unas bonitas y divertidas fotos de familia. Que más pedir.
Que decir de Paula y Laura, además de guapas unas auténticas campeonas. Pocas veces puedo decir que acabo físicamente reventado de un reportaje de comunión. Ese día, ambas acabaron conmigo.
El esfuerzo de todos mereció la pena, y mucho.
Mi agradecimiento también a Carmen y Elías por la atención prestada conmigo antes, durante y después del reportaje.
Aunque no todas, a continuación muestro las fotos de ambos reportajes. Espero que os gusten tanto como a mi.
Como dicen, no hay dos sin tres. En esta ocasión también tuve la suerte de poder hacer algún making of de algunas de las fotografías. Aquí alguna muestra de como se hicieron.
En esta primera fotografía nos encontrábamos en el interior de uno de los pabellones abovedados (cuyo nombre ahora no recuerdo). La única luz era la rebotada al techo a través de la lámpara que vemos al final. Una luz muy suave y cálida. Decidí ubicar a Paula y con el apoyo del foco de luz continua y puntual, y Elías (el papá) dimos un punto de luz algo más fuerte de forma frontal y con un todo más frío. No quise dar mucha potencia al foto pues de haberlo hecho Paula se hubiese apreciado igual de bien que en la toma final que muestro pero el entorno apenas hubiera sido posible apreciarlo por el contraste tan fuerte entre luces y sombras.
En esta ocasión el turno fue para Laura y el lugar los baños Árabes. Para los que nunca hayáis estado allí, la única luz existente es la natural que proviene por unas pequeñas estrellas ubicadas en el techo por lo que para fotografías, o se usa luz artificial o trípode y tiempos largos de exposición. Para esta foto, y al igual que la anterior contamos con la inestimable ayuda del papá.
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