Encarni y Javier se presentaron en el estudio a principios de Febrero. Conocieron mi trabajo a través de Internet y se planteaban el que fuera yo el fotógrafo de comunión en Granada de su hija Andrea. Encarni venía con la idea de llevar a cabo la sesión en estudio. Tras una charla con ambos y tras enseñar las posibilidades que las calles, pueblos y parques de Granada ofrecen finalmente decidieron llevar la sesión de fotos en exteriores. Y si, finalmente contratar mis servicios. Ya tenían fotógrafo.
Ahora la siguiente cuestión. La Comunión en Granada debía desarrollarse en una zona no urbana pero, ¿Dónde llevaríamos a cabo las fotos de comunión de Andrea? En este aspecto a mi siempre me gusta dejar manga ancha a los papás y niños. Yo me adapto a todo por lo que no tengo ningún tipo de preferencia por nada. Tanto a Encarni como a Javier les apetecía una sesión de campo, donde la naturaleza fuera también parte importante del reportaje de comunión de Andrea.
Para este tipo de comunión en Granada no es necesario ir a ningún campo aislado ni recorrer 50km para encontrarlo. En esta ocasión me decidí quedar en un rincón cercano al estudio y pegado a varias carreteras. Ya me buscaría yo la vida con los encuadres para aislar a la pequeña y no incluir en la imagen distracciones. Tras esa pequeña serie de fotos entre coloridas flores, subimos un momento a un mirador famoso en el pueblo donde vivo y poco después decidimos ir a un embalse también cercano del lugar donde, con algo de suerte, haríamos fotos a Andrea junto a los patos del lugar pues tenía enorme ilusión de hacerse ese tipo de fotos al haberlas visto anteriormente en mi web a otra niña de comunión en Granada.
Resumido todo lo que fue la sesión de fotos, turno ahora para hablar de Andrea. Una niña alta y guapa. Casi una novia diría yo. Un vestido precioso, un peinado lindo y una sonrisa espectacular. La verdad es que me fue muy fácil retratarla pues como modelo además es excepcional. Tres horas de sesión con actitud sorprendente. Vamos, no me importaría ser el fotógrafo de bodas de esta preciosidad cuando ella quiera, eso sí, pasados algunos años pues pretendientes seguro los tendrá a cientos, eso seguro.
Ya que Andrea es hija única y sabiendo de mí manía de incluir a padres y hermanos en mis trabajos, a este reportaje de comunión en cuestión le dí un enfoque también algo más familiar. Lógicamente mi atención recayó más en Andrea pero tanto Encarni como Javier también tuvieron su protagonismo. Seguro que pasados 15 o 20 años lo agradecen.
Toda la sesión fotográfica se llevó a cabo con luz natural. Sin modificadores de luz de ningún tipo. La lente usada en su mayoría fue el zoom 70-200 y alguna otra con un 28mm fijo.
Los padres de Andrea estaban muy orgullosos con el resultado final del reportaje de comunión de su hija. «Menos mal que te hicimos caso» sentenciaba Encarni.
Seguro que vendrán más, pero para Andrea estoy seguro que el día de su celebración fue uno de los más felices de su vida.
Para mi un placer trabajar con familias así.
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