O al menos imprescindible para mi desde que empecé a usarlo hará ya unos 6 años más o menos. Uno de esos “cacharros” que una vez me acostumbré a usarlo ha cogido en mi forma de trabajar casi la misma importancia que pudiera tener las cámaras y lentes que normalmente uso. Hace un par de días tuve un reportaje y no pude utilizarlo. Me sentí desarmado. De ahí que se me ocurriera escribir y compartir mi experiencia con vosotros. Pasa y te cuento un poco más sobre mi experiencia con este aparato. Ojo, no haré un “review” ni nada similar. Sólo expongo mi opinión y experiencia.
Fotógrafos y fotómetro de mano
Son muchos, me incluyo, los fotógrafos de bodas, moda, publicidad, etc,… que no dejamos de invertir dinero en fotografía adquiriendo a veces artículos que realmente, o no nos hacen falta. A veces es simplemente puro vicio consumista de comprar por comprar. Pero hay algunas compras que, siempre bajo mi punto de vista, deberían llevarse a cabo y a poder ser más temprano que tarde. Una de ellas es un buen monitor fotográfico con un sistema de calibración de color y el otro, y es de lo que os hablaré hoy, es un buen fotómetro de mano.
Es curioso como muchos de los comentarios que recibo en los videos «making of» que publico en mi pagina web me preguntan sobre que luces utilizo, lente,… pero ninguno sobre el fotómetro de mano que bien puede verse como incorporo a mi flujo de trabajo.
¿Pero las cámaras no traen uno?
Si. Y hasta los móviles más baratos llevan otro incorporado pero sinceramente, prefiero ser yo el que le diga a la cámara los ajustes que quiero que utilice y no sea ella la que decida por mi. Ya sabemos, que en función del sistema de medición de luz que hayamos seleccionado al equipo la exposición puede ser de una forma u otra. Hay situaciones suaves de luz en los que en teoría no hay mucho problema pero ¿si las condiciones son más complicadas?. Luces en el fondo, laterales, objetos brillantes… en definitiva, cuando hay más contraste de iluminación quizá la cosa se complique.
De hecho, puedes llevar una serie de fotografías en las misma ubicación y misma iluminación obteniendo en el resultado valores diferentes de exposición. Por ejemplo, en un reportaje de boda, podríamos colocar a una novia cerca de una ventana para utilizar únicamente luz natural. Si utilizamos la cámara de fotos en Automático con prioridad al Diafragma o la Obturación y haces 5 fotos te darás cuenta como los ajustes pueden variar de una toma a otra. Esto dependerá, entre otras, de si cierras más el encuadre o lo abres para coger más ambiente. También si re encuadras dependiendo de la medición de luz seleccionada (especialmente puntual). Pero hay una cosa que no cambia, y es la luz que hay en el lugar más importante de la toma: la novia
También puedes usar el fotómetro con la cámara en manual y aquí acaba el problema pero la medición también dependerá de algunos factores. Con el fotómetro de mano lo dejas todo clavado y solo necesitarás una única medición hasta que cambies de condiciones.
Jodido sin el
Jodido, puteado,…. Llámalo como quieras pero es tal la dependencia que ya tengo a su uso que cuando no lo he podido usar (falta de pilas principalmente) me ha desarmado por completo la forma de trabajar. Y es que cuando me pasa esto siempre comienzo la sesión que corresponda utilizando la cámara en Automático. Yo le digo a la cámara la velocidad iso que quiero, la profundidad de campo que quiero seleccionando el diafragma (f) y ella me calcula de forma automática la velocidad de disparo.
En principio todo fácil y muy rápido hasta que miro la pantalla lcd de la cámara. Veo que en muchas ocasiones existe sobreexposición o subexposición. Al final vuelvo al dial M (manual) y mido la luz, por ejemplo, con la palma de la mano, con alguna camiseta blanca, o el suelo gris para «clavar» lo más posible la exposición. Hay muchas maneras de medir luz de forma manual pero con la facilidad y exactitud que te ofrece un fotómetro de mano te aseguro que no hay ninguna.
Reduce el tiempo delante del ordenador
Eso si, en la mochila que uso para los reportajes de boda nunca falta. Incluso me planto incluir otro de reserva. No concibo realizar fotos de boda sin un fotómetro que me facilite el trabajo a la hora de tomar cada fotografía. Son muchas imágenes las que se hacen en un reportaje de boda y muchas las situaciones de luz para depender exclusivamente del fotómetro de la cámara. Y facilita el trabajo ya no sólo a la hora de capturar la imagen, si no también a la hora de una posterior edición (retoque). Tener todas las fotografías de un mismo lugar con la misma exposición facilita y reduce mucho el tiempo de un posterior procesado delante de un ordenador.
Siempre he pensando pasar el menor tiempo posible editando y dedicarlo a otras menesteres también necesarios en este sector. O directamente y mejor, pasarlo con mi familia.
Pues nada, como dije al principio, este artículo trataría únicamente de mi experiencia y opinión en el uso de un fotómetro. De su uso continuado en mi trabajo. Nada de review, o si una u otra marca es mejor que la otra. Para eso supongo que habrá otras en la red realmente buenas para decidirte a comprar uno u otro en caso de estar pensando en adquirir uno, que si aun no lo tienes, te lo recomiendo a toda costa.
Gracias a todos por vuestro tiempo. Nos vemos pronto!!!
Alejandro Gonzalo – Fotógrafo de bodas
(Post "fotógrafos y fotómetro de mano")
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